Historias detrás de un Tattoo

Hoy en historias detrás de un Tattoo vamos a contaros la historia del Fénix.

Esta ave mitológica renace de sus cenizas como este calor morirá en noviembre para resurgir de nuevo en febrero con toda su majestuosidad.

En la sección de Historias detrás de un Tattoo tenemos dos generaciones: una que conoció al Ave Fénix a través de los Caballeros del Zodiaco y otra que lo hizo a través del benévolo Fawkes, el ave que en más de una ocasión salvó a Harry Potter de acabar sus aventuras antes de tiempo. Sin embargo la verdadera historia del Ave Fénix es tan antigua y se da en tantas culturas que es imposible saber con certeza dónde nació este animal mitológico.

Aunque aparece en diversas religiones y relatos mitológicos, el Ave Fénix siempre viene a representar más o menos lo mismo: la vida después de la muerte, el Sol y el Fuego. Es decir, un tatuaje con un Fénix representa un momento duro de la vida al que nos hemos sobrepuesto, hemos sabido “renacer de nuestras cenizas”, y ahora somos más felices y afrontamos la vida con más fuerza.

Ya en la Antigua China y en la India se decía que el Fénix era un ave que vivía 500 años, y que se inmolaba al final del invierno para renacer en primavera, cuando la vida volvía a la tierra. Ella misma creaba la pira donde ardía, resucitando de sus cenizas al tercer día. Este relato llega a Egipto, de donde griegos y romanos creían que provenía el pájaro legendario, probablemente por el calor cordobés que hace en el desierto egipcio. El Ave Fénix aparece incluso en las culturas precolombinas, especialmente en lo que ahora es México. Se le representaba acompañado de Quetzalcoatl, el dios principal de los mexicas que era vida, luz y sabiduría, como el Fénix.

La literatura ha descrito al Fénix como un ave noble y leal, capaz de curar cualquier herida con sus lágrimas.

En conclusión, el mito del Ave Fénix no solo nos cautiva con su simbolismo de renovación y resurgimiento, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestra propia capacidad de transformación y reinventarnos ante las adversidades de la vida. Así como el Fénix renace de sus propias cenizas, nosotros también podemos encontrar fuerza y esperanza en los momentos más oscuros, para emerger más fuertes y brillantes que nunca.